Ella produce melancolia

No me dio siquiera oportunidad para reaccionar de alguna otra forma, el vació en el pecho me golpeo mas grande que otras veces, la primera y la segunda respiración se perdieron, las siguientes cortadas - esas frases perfectas para iniciar una conversación inteligentemente me abandonaron, dí un paso viéndola a los ojos y un pie tropezó con el otro.

Fue como si el pasado me atropellara a 480 km/h, regresandome a una época mas inocente y sana de mi vida.

Su cabello igual de negro - desordenado, desenfadado - esos ojos oscuros de mirada triste que siempre me ha fascinado los que ven al suelo como si cayeran de pena cuando sonríe.

Han pasado 17 años - hemos cambiado, aun así recuerdo la época que compartimos con extremo cariño y creo, o quiero creer que ella también.

Verla cambio mi día, ella me produce melancolía, tal vez por la forma en la que todo tuvo que terminar cuando aun nos queríamos tanto, cuando apenas estábamos empezando a conocernos. Cuando las palabras de otros pesaban mas que las emociones propias.

Todo se sentía bien a su lado, era feliz - creo que la vida no me había dado tantos golpes bajos ni yo me había traicionado tanto. Amaba sin miedo ni dudas, guardaba esperanza y alegría en mi corazón, era mas yo, sin tanto ruido en la cabeza y el que había ella sabía como calmarlo.

Estaba aprendiendo y de una forma ingenua resultaba ser mas yo, sin tramas ni excusas.

Ella es la persona que mas me dolió perder. Tanto así que a pesar del tiempo siempre guarde una pequeña (y tal vez ingenua) esperanza de intentarlo de nuevo - pero algo en nosotros me dejo dudando - creo que nunca me sentí suficiente como hacerla feliz y que se quedara conmigo. Me parecía que ella buscaba el horizonte y yo no me sentía invitado.

Diecisiete años sin volver a buscar esa segunda oportunidad pero sin sacarla de mi mente, buscando formas tímidas de acercarme, nos separamos en mundos y vidas diferentes. Al alcance de una llamada pero decidí acostumbrarme a la idea de que no iba a funcionar.

Después de tantos años la veo y la reconozco como esa mujer que aun me quita la respiración. Su marca aun me duele pero lo disimulo a fuerza.

Disimulo por que va acompañada de su esposo e hijo... el final definitivo de la esperanza ingenua. En el fondo me alegro, se ve feliz, es madre y la vida le sonríe, esta rodeada de amor.

Sin embargo me quedo pensando en esa idea, en la llamada que no hice en que aun todavía ella me produce melancolía, hoy mas que nunca...

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