Bonus Track

En la carretera habían pocos autos, la cantidad normal en horas de la noche. El manejaba por inercia sin fijarse mucho en los espejos laterales o el retrovisor, no esperaba que ningún auto lo estuviese siguiendo o le fuese a pasar de una forma imprudente. Tal vez no quería pensar en ello, su pie por instinto se movía entre el acelerador y el freno sin mucha consciencia, conocía esa carretera, la misma ruta de todas las noches.

Los mismos huecos, calles sin pintar, las mismas esquinas donde sabe que debe subir la ventana y bajar los seguros, todo parte de un ritual que ya había aprendido con los años. Nisiquiera el grito lejano que creyó escuchar de un hombre llamando a Jesenia lo saco de su estado catatonico, tal vez ese hombre llamando a esa mujer era parte del laberinto en el que se encontraba envuelto.

Llego a la luz roja, freno lentamente para esquivar a un indigente que sabia le iba a ofrecer como siempre limpiar el vidrio por unas monedas o sencillamente le pediría dinero para sus vicios.

Avanzo lentamente hasta la esquina esperando la luz verde. Se unió a la espera un auto grande y lujoso lleno de jóvenes que se veían felices, conversaban entre ellos aventurosos, haciéndose bromas.

El los miro desde su ventana polarizada sin miedo de ser sorprendido, uno a uno reviso sus rostro, los estudio, sin darse cuenta de como sintió celos, se cuestiono su juventud, si su edad seria su discapacidad. Solo sentado en su auto sin fiestas ni aventuras, sin camaradas despreocupados de la hora, se sintió indignado de no ser notado, la luz a punto de cambiar, el sentimiento de querer probarse a si mismo, el pie pesado en el acelerador, la mirada desafiante... gano la salida, la primera curva, esquivo el hueco que los jóvenes desconocían, el neumático besando la raya amarilla, los miro sintiéndose poderoso, vivo, joven de nuevo.

Los miro de tal manera a cada uno que no se percato del camión frente a él, un ruido, un hombre llamando a Jessenia en medio de la noche, un auto pasando timidamente con un grupo de jóvenes pasmados del miedo y el asombro del metal retorcido manchado de sangre.

Tweet