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lunes, 1 de noviembre de 2010

sábados de boli


La casa de Abuela era visita obligada los sábados. Alistarse tempranito sin quejarse. La idea era llegar antes del almuerzo de esa forma, creo yo, mi tata se podía desentender de nosotros que salíamos a corretear con los primos mientras él y los demás adultos se dedicaban al trago, el chisme y el los naipes.


Familia de nueve hermanos, siete de ellos casados, unos catorce primos hasta ese momento conformábamos la turba - había de sobra con quién jugar y con quién beber.


Todos los primos eramos chamacos - ninguno había sido iniciado en la mesa de los grandes, eramos un solo bloque escandaloso y destructivo que se movía compacto en el patio o al frente de la casa, nunca adentro pues rompíamos el ambiente guarero.


Desde el patio nos subíamos al techo de la casa, en el palomar, que quedaba justo sobre la sala, a unos 20 metros de altura, espiábamos a los grandes que se divertían sin intervenir en nuestras aventuras.


Únicamente nos llamaban cuando necesitaban voluntarios para ir a la pulpe a comprar la liga, botellita de ron, guarito y el paquete de cigarros - una época en la que don señor pulpero nos entregaba con una sonrisa en su rostro todo el abanico de vicios despreocupadamente.


Nos peleábamos por ser los elegidos, ya que traía implícita una comisión por flete que usábamos pa comprar confites y helados.


Conforme avanzaba la tarde el porcentaje de ganancia se incrementaba con relación al consumo de guaro - para las cinco de la tarde el hedonismo llegaba a tal nivel que hacíamos guerra de bolis en la acera, nos subíamos a las columnas del portón y jugábamos a lucha libre.


Un día de buena ganancia comprabamos ratones blancos para hacer carreritas en el pasillo de entrada, bichos veloces. El único cuidado era que no se escaparan por el caño o los huecos en la pared de madera - uno de cada tres lo lograba.


Algunas veces el único tío sobrio nos llevaba a jugar a Plaza Viquez. Nos compraba palomitas (siempre añejas...) y copos - en esas aventuras de figuras extrañas hechas de concreto que me encantaban trepar perdí mi gorra de naranjito -


Por ahí de las siete mi abuela sonaba la campana, no le gustaba acostarse tarde, uno a uno empujaba a la gente hacia afuera y cerraba la puerta sin un "hasta luego" o "que les vaya bien".


- Montese al carro huevos, nos vamos. decía mi Tata.


La ley en esa época por conducir borracho consistía era una cagadilla del tombo que terminaba muerto de risa con el viejo, su humor mas fino florece con el alcohol y de paso el cuñado de la secretaria también era tombillo, conocerlo era suficiente para hacerse de la vista gorda y dejarnos continuar.


Como a las ocho llegábamos a la casa, no había cena por que "todos estamos muy cansados", mi tata se encerraba en el cuarto a roncar poderosamente, la esposa aprovechaba para hacerle segundas y abstenerse de sus deberes maternos.


Mis hermanillos y yo veíamos al Gordo Porcel aprovechando el estado de inconsciencia adulta; luego a dormir y esperar una semana para el siguiente sábado de primos, helados y bolis.


foto: www.istockphoto.com/

18 comentarios:

Julia Hernández dijo...

Lo viviste intensamente y se quedan los recuerdos para siempre en tu memoria.Lindas horas de andanzas y alegría. Dentro de todo y a pesar de no estar comentando, no pude evitar hacerlo, me has traído buenos momentos, he sonreído y suspirado por aquellas camisetas de naranjito, que aunque no mías, si de personas muy queridas. Muy bien!!! :)
Un fuerte abrazo Andrés.

Pablo Vargas dijo...

Que éxito de post man. Yo crecí en un barrio donde todos eran familia (11 tíos, 24 primos con un año de edad de diferencia) y es tal como lo describes, una masa de chamacos corriendo por cafetales, naranjales, ríos y potreros desde que amanecía hasta que salía el sol... espero que no te moleste, pero me has dado una buena idea para un post homenaje a esos años maravillosos...

Gracias por revivir tan hermosos recuerdos... un enorme abrazo!!

KagosaVampire dijo...

no te parece que con el tiempo todo se complica?

bonita historia, muchas cosas que ahora no se deberian hacer jejeje

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* dijo...

Yo no tuve mucha interacción con mis primos, porq la familia numerosa de mi papá vivía en Liberia y por parte de mi mamá, no tenía primos. Solo tenía un primo segundo con el cual jugaba. Nos subíamos a un palo de cas y esa era nuestra nave espacial jajaja. Que tiempos aquellos!

andrés dijo...

Delfin, fueron buenas epocas vacilon en el fondo - tuvimos muchas aventuras y horas interminables de juego, eso es lo que cuenta, parece que fue ayer en realidad.

Yo también tenia la camisa de Naranjito - poder jeje.

Un abrazo D

Vargas, muchas gracias men. que buenas esas epocas en la que todos se conocian y las horas de jugar eran interminables, terminabas todo sudado y sucio, entrando a casa a regaña dientes jeje

Y men me extraña, para nada me molesta mas bien pongale bonito para leerlo - Un abrazo grande Fren!

Karito, todo se complica flaca, todo, todo, todo se complica - mi infancia fue basicamente de cosas que hoy en dia nos escandalizamos, digamos que mi la filosofia de mi tata era "entrele, luego lo pegamos con goma" jejeje

Un abrazo flaca

Hei, entre mis dos familias eran 18 tios y como 35 primos, basicamente un pequeño pais y x dicha todos fuimos siempre unidos, mas con la familia de mi mama que mi tata pero di uno jala mas con la ama - todos los fines de semana eran ecatombe y en nuestro caso eran palos de mango que servian de base y escondite perfecto jeje

Un abrazo Hei

H3dicho dijo...

Suena a que eran sábados mágicos esos sábados..

me cuadran estos post..!

saludos fren¡

lay dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
lay dijo...

mis primos eran mayores, tons eramos como 4 los q quedabamos x fuera :( no me quejo de mi niñez.y mis vacaciones de 3 meses en Canjel eran de lo mejor, pues eran 3 ,meses de puros sabados. Saludos chis

Wendy Quirós Garro dijo...

Awww q lindo post!!! jeje... me recuerda mucho mi infancia también. Yo con la la que más jugaba era con aquella prima que te conté el otro día... y era buenisimo...jugabamos todo el día literalmente cuando ella visitaba.
Por mi casa hay bastante espacio, suficientes arbóles gracias a mi abuelo, y aveces llegaban varios amigos del barrio, de hecho hasta el día de hoy veo a mis sobrinos jugar con un montón de vecinos!
Casi nunca nos daban plata, pero nunca se me olvida que una vez nos faltaba un colón a mi prima y a mi para comprar algo que queríamos y se lo pedimos a mi abuelo y nos dió un monton de plata ese dia (o eso sentimos nosotras) y compramos de todo!!! Son recuerdos muy lindos...

Saludos compilla.... un abrazo... Wensela :P

andrés dijo...

H3dicho, sabados buenos de sudadas y embarrialadas pegajosas de boli jeje

Muchas gracias fren, saludos

Queso, yo estaba como en el medio pero mis primos menores eran puras viejas asi que me le pegaba a los mayores que me usaban como raton de laboratorio, sobre todo mi hermana.

Hay que hacer un tour a Canjel pa ver la magia - Un abrazo Chis

Wen, muchas gracias - Coronado en si es muy tuanis, mucho campo, clima frio, montaña, arboles. A mi me hubiera encantado criarme un lugar as calmado y tuanis en donde sobrara campo para hacer feo y corretear.

Uno nunca olvida ese dia en que algun adulto fuera x lo que fuera afloja, recuerdo el dia que mi tata me dio parte del botin de poker... pero ese es otro post jeje

Saludos Wens-

Joha dijo...

Qué bueno.... yo nunca me subí al techo, me daba miedo... igual se hubiera roto fijo a como estaban los techos por donde yo jugaba... era más un daño hacia los vecinos hacerlo jajajaja Luego me mudé y tampoco...

Qué hermoso tener recuerdos tan vivos. Es casi un privilegio una ninez placentera...

Me hiciste recordar mis juegos de policias y ladrones, y cómo siempre escogía ser ladrona porque no había aprendido a andar en bici jajajajaja

Ya sé pero ya nadie juega jajajaja #fail

Terox dijo...

Qué jeta... ¿dónde conseguían ratones blancos?

Mae, ¿y nunca a nadie se le ocurrió embolsarse, digo ahorrar, parte del "markup"?

andrés dijo...

Joha, ya nadie juega en la calle, en donde vvo hay un monton de chamacos, tiene play y no salen pero ni con las bicis, se ha perdido mucha magia - mucho aparato electronico, que los amo pero no son buenos en exceso para los niños.

Yo tambien escogia ser el ladron, preferia el rush de huir que la pereza de cazar jejeje - haber tenido tantos primos y que nuestros papas nos reunieran fue sin duda el ingrediente de una niñez en toas

Un beso

Terox, que te dire men, en esa edad eramos demasiado hedonistas y consumistas jejej mi tata me tenia un chancho y yo pasaba asaltandolo...

Y los ratones los vendia un señor en una casa hecha pistola que ya no existe... nunca le preguntamos de donde los sacaba!

Saludos men

Terox dijo...

Sia huevón... seguro eran ratones radioactivos o mutantes... (puro Pinky & Cerebro) o a lo mejor eran ratones corrientes que pintaba de blanco...

andrés dijo...

jejeje algo asi men- de hecho tenian ojos rojos saltones y temblaban mucho, pero seguramente era por la tortura de tener 14 güilas encima de ellos jeje

Amorexia. dijo...

que tuannis recuerdo!!!
pucha que me acorde de las tortillas con manteca y sal de mi abuela y las calles para carritos "matbochx" de musgo verde allá en Sabanilla!!!

tuannis post men.

Deshora.

(ahora los viejos guareros somos nosotros... en vez de bolis, las travesuras son con birrita! jajajaja entiendo la alegría de los viejos de esas épocas)

andrés dijo...

Amorex, mi abuelo sembraba el maiz, lo recogia y lo ponia a suvizar, luego lo molia mientas nosotrso "ayudabamos" la abuela tomaba la masa y nos hacia unas mega tortillas en manteca buenisimas... eran buenos tiempos -

las montañas de arena cuando habian construcciones en las que uno hacia las pistas mas rudas para los carros - buenos recuerdos.

Y si, ora la travesura es con la birrita..... jejeje

Saludos men

Mario_ergosum dijo...

Antes la vida era tan tan simple... luego nosotros mismos la complicamos con nuestras "cosas de adultos"...
Saludos fren.